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Resumen de noticias
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Afganistán está experimentando algo casi inimaginable: una erradicación sistemática de las mujeres de la vida pública que los expertos denominan “apartheid de género”. Desde que los talibanes volvieron al poder en 2021, han prohibido a las niñas ir a la escuela más allá del sexto grado, han prohibido a las mujeres la mayoría de los trabajos e incluso han hecho ilegal que las mujeres vayan a parques o gimnasios. Imagínese que le digan que no puede ir a la escuela secundaria, la universidad o conseguir un trabajo solo por su género. Esa es la vida diaria de millones de mujeres y niñas afganas en este momento. Las consecuencias van mucho más allá del sufrimiento individual: el país está perdiendo a la mitad de sus médicos, maestros y trabajadores. La economía se está derrumbando en parte porque las mujeres no pueden trabajar. Las niñas que soñaban con ser ingenieras o médicas están atrapadas en casa. Algunas familias están tan desesperadas que casan a sus hijas jóvenes solo para tener menos bocas que alimentar. Los expertos internacionales advierten que Afganistán está creando una generación de mujeres sin educación, lo que paralizará el desarrollo del país durante décadas. Este no es solo un problema de las mujeres, sino que está destruyendo todo el futuro de Afganistán.
Fuente: globalvoices
Nuestro comentario
Antecedentes y contexto
Para comprender lo que está sucediendo, debe saber que Afganistán no siempre fue así. Antes del regreso de los talibanes, las mujeres representaban el 20% de la fuerza laboral de Afganistán, incluyendo juezas, pilotas y ministras del gobierno. Las niñas iban a la escuela y a la universidad, y Kabul tenía presentadoras de televisión, empresarias y atletas femeninas. Los talibanes siguen una interpretación extrema de la ley islámica que la mayoría de los musulmanes en todo el mundo rechazan. Afirman que están “protegiendo” a las mujeres, pero en realidad solo las están controlando. Desde agosto de 2021, han emitido más de 50 decretos que restringen los derechos de las mujeres. Las mujeres no pueden viajar sin un tutor masculino, deben cubrir todo su cuerpo en público y ni siquiera pueden hablar en voz alta fuera de sus hogares. Es como retroceder a la época medieval de la noche a la mañana.
Análisis de expertos
Los expertos en derechos humanos y los economistas coinciden: no se puede tener una sociedad funcional cuando se prohíbe a la mitad de la población participar. El apartheid de género no solo es moralmente incorrecto, sino también económicamente desastroso. El Banco Mundial estima que la economía de Afganistán se ha contraído un 30% desde la toma del poder de los talibanes, en parte porque las mujeres no pueden trabajar. Cuando se prohibió a las maestras, 1,1 millones de estudiantes perdieron acceso a la educación. Cuando se restringió a las trabajadoras de la salud femeninas, las tasas de mortalidad materna e infantil se dispararon. Algunas provincias ahora no tienen médicas, lo que significa que las mujeres no pueden recibir atención médica porque a los médicos hombres no se les permite tratarlas. Los expertos de la ONU lo consideran un “crimen contra la humanidad” y advierten que podría inspirar movimientos similares en otros países.
Datos adicionales y hechos
Las cifras son desgarradoras: 3,7 millones de niñas están actualmente prohibidas de ir a la escuela en Afganistán, lo que representa el 80% de las niñas en edad escolar. Antes de la prohibición, el 40% de los estudiantes afganos eran mujeres. Ahora, universidades enteras permanecen vacías. Afganistán es el único país del mundo que prohíbe a las niñas el acceso a la educación. El empleo femenino ha disminuido un 25%, lo que cuesta a la economía 1.000 millones de dólares anuales. Las tasas de suicidio entre las mujeres han aumentado un 50% a medida que se extiende la desesperación. El matrimonio infantil ha aumentado un 32% ya que las familias no ven futuro para sus hijas. Los servicios de salud mental informan de una demanda abrumadora que no pueden satisfacer. Incluso las hijas de los miembros de los talibanes se ven afectadas: algunos funcionarios talibanes envían a sus hijas a la escuela en Pakistán mientras imponen prohibiciones en el hogar.
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La respuesta internacional ha sido mixta y en su mayoría ineficaz. La ONU ha condenado las políticas, pero no puede forzar el cambio. Algunos países han recortado la ayuda, pero eso principalmente perjudica a los afganos comunes que ya están sufriendo. Irán y Pakistán, los países vecinos de Afganistán, se preocupan por los flujos de refugiados, pero no han presionado eficazmente a los talibanes. Mientras tanto, escuelas clandestinas dirigidas por valientes maestros arriesgan todo para educar en secreto a las niñas. Algunas mujeres protestan a pesar de los violentos ataques. Los afganos con conocimientos tecnológicos utilizan plataformas en línea para continuar la educación de forma remota. Las organizaciones internacionales intentan negociar excepciones para el trabajo humanitario. La situación ha inspirado movimientos globales de apoyo a las mujeres afganas, pero el verdadero cambio parece distante.
Resumen
El apartheid de género de Afganistán está creando una catástrofe humanitaria que resonará durante generaciones. Al borrar a las mujeres de la vida pública, los talibanes no solo están oprimiendo a la mitad de su población, sino que están destruyendo el futuro de su país. El mundo observa cómo millones de mujeres y niñas brillantes y capaces se ven obligadas a vivir en las sombras, desperdiciando su potencial. Esta no es solo la tragedia de Afganistán, sino la pérdida de la humanidad.
Reacción pública
Las redes sociales se han convertido en un salvavidas para las mujeres afganas que comparten sus historias. Los videos de niñas llorando fuera de las escuelas cerradas se volvieron virales, rompiendo corazones en todo el mundo. La etiqueta #LetAfghanGirlsLearn se utiliza regularmente. Las mujeres afganas en el extranjero organizan protestas, sintiendo culpa de sobrevivientes. Muchas comparten fotos antes y después que muestran sus vidas antes de los talibanes y ahora, el contraste es impactante. Los estudiantes internacionales de Afganistán describen el dolor de estudiar en el extranjero mientras sus hermanas ni siquiera pueden terminar la escuela primaria. Algunos partidarios de los talibanes en línea afirman que los medios occidentales exageran, pero los testimonios de las propias mujeres afganas dicen la verdad. Los jóvenes de todo el mundo expresan frustración por sentirse impotentes para ayudar.
Preguntas frecuentes
P: ¿Otros países musulmanes también restringen a las mujeres?
R: No, Afganistán bajo los talibanes es único. La mayoría de los países de mayoría musulmana tienen médicas, maestras, políticas y empresarias. Países como Indonesia, Bangladesh y Pakistán han tenido primeras ministras. La interpretación del Islam de los talibanes es rechazada por la mayoría de los musulmanes en todo el mundo.
P: ¿Puede la ONU u otros países obligar a los talibanes a cambiar?
R: Es complicado. Afganistán es un país soberano, y la intervención militar ha fracasado antes. Las sanciones a menudo perjudican más a la gente común que a los líderes. La comunidad internacional está intentando ejercer presión diplomática y ayuda condicionada, pero los talibanes parecen impasibles hasta ahora.
P: ¿Cómo pueden ayudar los adolescentes a las mujeres y niñas afganas?
R: Generar conciencia en las redes sociales, apoyar a las organizaciones que ayudan a las mujeres afganas, escribir a sus representantes sobre mantener la presión sobre los talibanes y donar a los grupos que brindan educación clandestina. Lo más importante es no dejar que el mundo olvide lo que está sucediendo allí.