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Resumen de noticias
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El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, ha anunciado la designación de dos pandillas ecuatorianas, Los Choneros y Los Lobos, como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO) y Terroristas Globales Especialmente Designados (SDGT). Esta decisión surge en respuesta a la creciente violencia y amenazas a la seguridad pública en Ecuador por parte de estos grupos. Ambas pandillas son conocidas por ataques a funcionarios públicos, personal de seguridad, jueces, fiscales y periodistas. Han establecido vínculos con los principales cárteles mexicanos, incluidos el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, que también han sido designados como FTO y SDGT. La designación se produce tras la exitosa extradición del líder de Los Choneros, Fito Macías, a los Estados Unidos en julio de 2025. Esta medida tiene como objetivo interrumpir las operaciones de las pandillas y mejorar la cooperación internacional contra estas organizaciones criminales. El Departamento de Estado de los Estados Unidos, liderado por el Secretario Rubio y el Portavoz Principal Adjunto Thomas ‘Tommy’ Pigott, enfatiza el compromiso de apoyar a Ecuador en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo.
Fuente: state.gov-Clima, Medio Ambiente y Conservación
Nuestro comentario
Antecedentes y contexto
La designación de Los Choneros y Los Lobos como Organizaciones Terroristas Extranjeras y Terroristas Globales Especialmente Designados marca una escalada significativa en el enfoque de los Estados Unidos para combatir el crimen organizado en Ecuador. Estas pandillas han sido durante mucho tiempo una fuerza desestabilizadora en el país, con su influencia extendiéndose más allá de las fronteras ecuatorianas a través de conexiones con los principales cárteles mexicanos. La reciente extradición de Fito Macías, líder de Los Choneros, resalta la creciente cooperación entre las autoridades de los Estados Unidos y Ecuador para abordar las organizaciones criminales transnacionales.
Análisis de expertos
La designación de estas pandillas ecuatorianas como organizaciones terroristas refleja la naturaleza evolutiva de la amenaza planteada por el crimen organizado en América Latina. Esta medida del Secretario de Estado Marco Rubio, quien asumió el cargo en enero de 2025, señala una postura más agresiva contra los grupos delictivos que tradicionalmente se han tratado como problemas de aplicación de la ley en lugar de amenazas a la seguridad nacional.
Puntos clave:
- Las designaciones de FTO y SDGT proporcionan herramientas legales y financieras adicionales para combatir a estos grupos
- Esta acción puede conducir a un mayor apoyo de los Estados Unidos a las fuerzas de seguridad y al sistema judicial de Ecuador
- La designación podría potencialmente interrumpir las redes financieras internacionales y las asociaciones de las pandillas
Datos adicionales y hechos
Los recientes acontecimientos y estadísticas subrayan la gravedad de la situación:
- Los Lobos surgieron como un grupo escindido de Los Choneros después de 2020, intensificando las rivalidades entre pandillas
- Ambas pandillas siguen activas en Ecuador a partir de 2025, a pesar de los desafíos de liderazgo
- El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación fueron designados como FTO y SDGT en febrero de 2025
Noticias relacionadas
La designación de Los Choneros y Los Lobos se produce en medio de una represión más amplia contra el crimen organizado transnacional en las Américas. Esta acción sigue a la designación de los principales cárteles mexicanos como organizaciones terroristas en febrero de 2025, lo que indica un cambio en la política exterior de los Estados Unidos hacia el tratamiento de ciertos grupos delictivos como amenazas a la seguridad nacional.
Resumen
La designación de Los Choneros y Los Lobos como organizaciones terroristas representa un cambio significativo en el enfoque de los Estados Unidos para combatir el crimen organizado en América Latina. Esta medida, junto con las recientes extradiciones y la mayor cooperación entre los Estados Unidos y Ecuador, sugiere una estrategia más integral para abordar los complejos desafíos planteados por las redes criminales transnacionales en la región.
